Puedo darte amor en todos los idiomas.
Decirte hermosa en todos los lenguajes.
Alcanzar la cima de todas tus edades.
Dime tu nombre.
Dame tus ojos.
Encontraré a la caribeña que llevas escondida.
A cambio solo pido migajas de tu mundo.
Los billetes chicos, tu limosna.
Los pondrás en mi bolsillo,
en mi sombrero,
en mis cervezas,
sin que yo lo note.
El amor sabrá cruzar esa estúpida frontera.
Santiago amanecerá con tus destellos
olvidando los incómodos detalles.
Santiago de Cuba, 23 de noviembre de 2013.